por Cristina Rojas
“El cine documental tiene el potencial de orientar el pensamiento, conducta e imaginación hacia la liberación”… esa es la esencia de la programación que este año ofrece Ambulante Gira de Documentales, el cual es un festival no competitivo que recorre 11 estados de México, exhibiendo más de 100 documentales de todo el mundo en sedes comerciales y gratuitas.
“Un documental liberador, crítico, de vanguardia, comprometido, que nos invita a reinventar nuestra relación con el pasado, el presente y el futuro”, eso fue lo que pudimos disfrutar en Ambulante durante la semana del 12 al 18 de abril, semana en la que llegó a Guadalajara.
A continuación les presentamos una pequeña crítica de cinco de los documentales que tuvimos la oportunidad de ver:
Elevador
El interior de los elevadores puede resultar un lugar muy incómodo para la mayoría de las personas, nadie se imaginaría lo que sería pasar gran parte de sus días y su vida ahí dentro… el director mexicano Adrián Ortiz Maciel nos invita a hacer un viaje a ese lugar, donde transcurre la vida de los habitantes del multifamiliar Miguel Maciel y donde conoceremos múltiples historias a través de los elevadoristas, quienes son pacientes conocedores del pasado de los edificios.
El documental Elevador (Ortiz, 2012) propone una mirada a lo que es la vida en ese multifamiliar y lo hace a través de los ojos de sus elevadoristas, lo cual logra de una forma muy acertada, pues a lo largo de la película nunca vemos la cara de nadie, sólo de los elevadoristas, quienes nos cuentan sus historias, de todas las demás personas únicamente vemos sus pies, factor que se vuelve bastante interesante porque invita al espectador a imaginarse cómo es la gente que vive ahí con el simple hecho de ver sus zapatos y escuchar sus voces.
Es una historia sencilla, contada a través de diferentes puntos de vista, los cuales se unen en un guión bien estructurado, el cual sigue una línea clara que lleva al espectador de la mano. El director narra todo con un estilo que se vuelve muy acertado, porque en su mayoría son tomas muy cerradas: miradas, pies, rostros, etc., lo cual ayuda a transmitirle al público ese sentimiento de claustrofobia de los elevadoristas, y además ayuda a generar empatía y a que el espectador se identifique con los protagonistas del documental.
Finalmente es un documental que no cuenta con una súper producción, pero vale la pena ver por su historia y la manera en la que la cuenta.
Inori
Japón es un archipiélago conformado en su mayoría por montañas, en las cuales hay diferentes comunidades, este documental cuenta la historia de una de ellas: Kannogawa, la cual ha sido abandonada por las generaciones más jóvenes.
Poco a poco esa comunidad ha quedado habitada en su gran mayoría por gente mayor, quienes siguen sus actividades ordinarias y afrontan la vida día con día.
El documental Inori (González-Rubio, 2012) invita al espectador a hacer un viaje a esa comunidad y a conocer cómo vive la gente ahí, esto lo hace a través de diferentes historias paralelas, las cuales están bien estructuradas y unidas a través del guión.
El director narra todo con un estilo sencillo: planos muy abiertos y colores algo oscuros y grises. Todo en conjunto ayudan a transmitir la esencia del sentimiento de la historia: nostalgia y tristeza, a pesar de tener libertad y vivir en un lugar tan bonito.
Es un documental muy humano por lo que se mencionaba anteriormente que es la esencia de la historia, y cuenta su historia de tal manera que logra que el espectador se identifique con los protagonistas, el único problema está en el ritmo de la historia, ya que llega un punto en el que se siente muy lento y pareciera que no pasa nada, aunque eso también se justifica porque así es la vida en ese lugar y es como la gente que vive ahí ve pasar sus días.
Quebranto
El director mexicano Roberto Fiesco nos presenta un retrato de Coral Bonelli, quien antes era Fernando García (actor infantil conocido como Pinolito en los años setenta).
Coral vive en Garibaldi junto con su madre, las dos trabajan como actrices y sienten una gran nostalgia por su pasado en el mundo del cine.
El documental Quebranto (Fiesco, 2012) nos propone una mirada a la vida de un hombre que antes era mujer y cómo eso le ha afectado en su vida.
Todo lo cuenta a través de casi puras entrevistas, tanto la protagonista como su mamá narran su historia y mucho de eso también es acompañado de imágenes de archivo. Esto bien producido, con buena fotografía y música.
Es un documental que a pesar de proponer algo que puede resultar bastante interesante lleva la historia de tal manera que se vuelve algo “chantajista”, pues se enfoca bastante en el sufrimiento de Coral por no ser aceptada y en cómo eso afecta a su mamá, en lugar de profundizar realmente en su pasado y en por qué de ser hombre decidió ser mujer.
Se convierte en una película que deja su historia muy superficial y comercial, la cual no termina de contar bien y deja al espectador con ganas de más.
The Chemical Brothers: don’t think
El director Adam Smith nos presenta el concierto en vivo de los Chemical Brothers filmado por primera vez en cine.
El documental The Chemical Brothers: Don’t Think (Smith, 2012) fue grabado con más de veinte cámaras, las cuales se colocaron al centro del escenario y en el corazón del público.
Es una propuesta interesante, pues nos invita a viajar a través del sentimiento de la multitud y del grupo durante el concierto, y lo logra a través de tomas muy cerradas y un buen audio: las expresiones de la gente acompañadas de los gritos transmiten muy bien todo eso.
El problema del documental está en la estructura del guión: todo se vuelve muy repetitivo y no existe una historia clara como tal (sólo es el concierto), y por lo mismo se vuelve lento y tedioso.
Vale la pena verlo por la propuesta que tiene de viajar a través del sentimiento de la gente durante el concierto, pero a una persona que no es fan de ese grupo puede cansarle, ya que hay tomas que incluso pareciera que se repiten muchas veces.
Tono fílmico 