por Cristina Rojas
Son pocas las cintas que nos presentan un romance entre dos personajes cuya diferencia de edad es notable. Las últimas que podríamos recordar es An Education (2009) y, más recientemente, Copenhagen (Canadá, USA, Dinamarca, 2014), película que es la ópera prima de Mark Raso.
El filme nos presenta a un joven canadiense llamado William (Gethin Anthony), quien viaja a Copenhagen en busca del abuelo que nunca conoció y en el proceso se enamora de Effy (Frederikke Dahl Hansen), una niña danesa que tiene la mitad de su edad. Y si bien es una historia que podría llegar a sonar poco interesante, el director descubre una manera original de contarla porque pone a dos personajes que están enamorados en una situación donde cualquier posibilidad de romance es ilegal.
Es así como el guión, a pesar de tener ciertos huecos argumentales, plantea situaciones bizarras que llaman la atención desde el inicio y hacen que todo el relato se convierta en una especie de misterio que nos lleva a un punto de tensión donde no todas las cuestiones se resuelven.
Raso lanza su carrera cinematográfica con esta cinta y propone una complicada historia sobre la madurez, la cual se desarrolla en un Copenhagen que es presentado como un lugar mágico que podría ser parte de un sueño donde todo es posible (incluso el romance entre un joven de 28 años y una niña de 14).
Es una película especial y un poco extraña, una buena ópera prima que cuenta con una excelente fotografía, dos grandes actuaciones y una historia que vale la pena ver por su manera de ser contada.
Ficha técnica:
Título: Copenhagen
Director: Mark Raso
Guión: Mark Raso
País: Canadá/ USA/ Dinamarca
Año: 2014
Actores: Gethin Anthony, Frederikke Dahl Hansen, Sebastian Armesto
Tono fílmico 